27/5/11

¿155?

La Banca, en su proceso de destrucción de empleo, hace mucho que, como se sabe, implantó la tecnología de los cajeros. Utilice nuestros cajeros, es su lema; aunque deberían añadir: si tiene usted suerte y funcionan. ¿Cuántos puestos de trabajo se habrán destruido? ¿Alguien me podrá echar esas cuentas? ¿Y para qué? Pues está bien claro: para engorde de la cuenta de resultados de las empresas bancarias.
En ese proceso de disminución paulatina de plantilla y uso de los cajeros se sacaron hace unos pocos años la norma de que para cantidades menores de 600 euros había que utilizar el cajero. Entonces, si uno quiere sacar 155 euros de su cuenta —¡qué cifra tan ingeniosa!— se tiene que ir a un cajero, pero estos no dispensan billetes de 5, sólo de 20 y de 50. ¿Cómo, pues, se van a sacar 155 euros, según pretenden los indignados?

26/5/11

«Humo y movilidad»

El post del mismo título lo he copiado del blog firmado por Eneko Astigarraga, titulado Bicicletas,ciudades, viajes... Agradezco al autor el permiso de copia. El post original incluye dos vídeos y dos fotografías, una de ellas espectacular, que no he sido capaz de incluirlos en mi copia, con lo cual quien quiera verlos tendrá que acudir al blog de E. A.

«Hoy se me juntan varias informaciones que relacionan el humo y la movilidad.

Es conocida por reiterada la noticia de la aportación decisiva y creciente del transporte por carretera a las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otras partículas nocivas para la salud y el medio ambiente. Leo en el Manual para una economía sostenible que acaba de publicar Roberto Bermejo, profesor de Economía Sostenible de la UPV-EHU, que después de detectar un cambio de paradigma hacia una menor movilidad, más lenta y cercana, la solución que propone pasa por fomentar la reducción del uso del coche de baja ocupación y la potenciación del tren, el tranvía y el autobús. Resulta paradójico que otra vez la sostenibilidad no analice datos como que el transporte de personas resulta decisivo, sobre todo porque la mayoría de los viajes son urbanos y cubren distancias inferiores a 5 kilómetros, perfectamente asumibles andando o en bicicleta, y menosprecie la aportación que estos modos pueden hacer por mejorar el sistema. No es nada nuevo. De hecho, la bicicleta sólo se menciona de manera muy lateral y no se incluye en las estadísticas ni en los repartos modales.


El perverso juego de la movilidad

En este juego de la movilidad y el humo, justo un año después de la explosión volcánica islandesa que tuvo en jaque a toda la hipermovilidad aérea europea, otro volcán ha vuelto a amenazar el alocado espacio aéreo a su alrededor. Este video da una buena muestra de este efecto: [véase].

Justo el mismo país que ha provocado otro volcán, esta vez político, con una onda expansiva mucho más profunda, pero esta vez sin tanto humo.

Mientras todo el mundo se llena la boca de movilidad sostenible, de planes y de medidas presuntamente disuasorias, la necesidad de moverse para todo y cuanto más mejor no sólo no se ataja, sino que se sigue alimentando. Es terrible ver esas playas de aparcamientos abarrotados, esos accesos colapsados, esas autopistas y scalextrics urbanos congestionados tratando de ingerir todo ese tráfico inútilmente. Resulta tristemente cómico ver a esas muchedumbres confluir en los mismos puntos, a las mismas horas, un día tras otro, un viaje tras otro, autojustificándose y buscando culpables entre los demás. Es aterrador cómo todos esos impávidos viajeros a bordo de sus automóviles siguen siendo víctimas de unos intereses creados. [Véase foto].

Todos manejan fórmulas prometedoras, novedosas, cuyos neologismos todos nos acostumbramos a pronunciar y repetir de manera mecánica. Profusión, tráfico inducido, aparcamientos disuasorios, intermodalidad, gestión de la demanda de movilidad, financiación cruzada, tasas de congestión, VAO (vehículos de alta ocupación), ZAR (zonas de acceso restringido), ZEL (zona de estacionamiento limitado), OTA (ordenación del tráfico y del aparcamiento)... parece un juego, un complicado juego, un juego perverso. Perverso porque no trata de atajar las causas del problema sino de combatir sus consecuencias, porque muchas veces trata más de tranquilizar el subconsciente colectivo, la conciencia común de que algo estamos haciendo, para que esto no sea irremediable, para mantener un peligroso equilibrio al borde del abismo, para sostenernos, para sostener este sistema, este paradigma.

Esto también es humo y también es contaminante y nocivo para la salud.


Más humo en la calle

Hoy he sabido que en una encuesta masiva realizada al respecto de la conveniencia de la Ley Anti-tabaco, más del 80% de las personas entrevistadas consideran que la medida ha resultado positiva y creen que es conveniente mantenerla. De hecho, en Nueva York han subido un peldaño en esta escalada anti-tabaquismo y, después de bares, restaurantes y espacios cerrados, ahora no van a permitir fumar tampoco en plazas, parques y playas y ya sólo se va a poder fumar en aceras y aparcamientos. [Puede verse foto].

Curiosa coincidencia. Otra vez el humo relacionándose con la movilidad. Aunque resulta sorprendente que todavía nadie se haya percatado del peligro que entraña para la salud fumar mientras se conduce, y no sólo por la inhalación de gases.

Me temo que el juego consiste en desplegar cortinas de humo, una tras de otra, de manera que no podamos tener una perspectiva clara de la realidad.

Por suerte toda esta polución va a afectar menos a los ciclistas que a los conductores de automóviles, o por lo menos eso dice el estudio publicado en Environmental Health News la semana pasada. Lo que no es tan claro es que toda la contaminación informativa no les vaya a afectar como al resto de los mortales. Espero que, además del resto de virtudes conocidas, la bicicleta nos aporte algo de clarividencia.

A modo de demostración, esta "limpiada" de Biciacción con mensaje: [Puede verse vídeo]».


Fin de la transcripción.

24/5/11

Pedrojotismo local

En un untuoso comentario al blog de David Pérez —el candidato de la Presidente ganador en Alcorcón, que no, aún, alcalde electo, como se empeñan algunos en decir, ignorando que no es el electorado el que elige al alcalde sino los concejales reunidos en pleno— un comentarista dice, literalmente —¡atención sobre todo a su último nodejesnunca!—:

«Olé, Alcalde, olé.
No dejes nunca de ser tan humilde.
No dejes nunca de estar tar cerca de la gente.
No dejes nunca de creer en la participación ciudadana real.
No dejes nunca gestionar de forma austera [de gestionar: ¿o le está pidiendo don Pedro a don David que no permita gestionar con austeridad?].
No dejes nunca que la soberbia te pueda convertir en un Cascallana.
No dejes nunca de decir siempre la verdad.
No dejes nunca de faltar a tu palabra. [¡Ah, lo que hace el subconsciente! ¡Por Dios!: ¿le está pidiendo don P. a don D. que siga faltando a su palabra?]
Serás un grandísimo Alcalde de Alcorcón. Gente como tú hace falta en política ya que, por desgracia, es dificil encontrar alguien así en el noble arte de la politica».

¡Joder!, pues estamos apañados: Digo, en el supuesto de que quisiéramos encontrar a alguien más "así", tan virtuoso, y nos resultara difícil hacerlo. Hombre, don Pedro, no sea usted tan negativo: al menos se podrá contar entre virtuosos semejantes, no ya a todos los componentes de la candidatura peperiana, pero sí tal vez a los concejales elegidos del Pp.

Si no fuera por lo baboso, resultaría hilarante, para no dejar nunca de reír, y seguiríamos con las risas que ya anuncié en otros comentarios, pero ahora, no por cuenta del ganador sino de sus mandatarios.

23/5/11

Felicidades

Enhorabuena al candidato de la Presidente por su aplastante victoria. Ahora, ya puede presentar su programa.

20/5/11

El cuento de Esperanza Aguirre

Cuentan que nuestra Presidente madrileña corre últimamente desalada —como cuando se piró de Bombay en calcetines o algo así— por los pasillos de la originaria Casa de Correos, después siniestra Dirección General de Seguridad de los grises y hoy sede del gobierno de la comunidad de Madrid, gritando ante las protestas que le llegan de los indignados de la Puerta del Sol, reclamantes de democracia "real": "¡¡¡Que se vayan a Ferraz!!!" "¡¡¡Que se vayan a Ferraz!!!" "¡¡¡Que me los quiten de delante de mis ventanas!!!".

Cuentan también que la aguerrida y dicharachera dama incluso ha telefoneado a Rubacalba, quien, como ella sabe muy bien, es el autor de la nueva conspiración —¡¿qué digo de la nueva!?: de todas las que en el mundo ha habido y habrá: si lo sabrá ella, conspiranoica experta en conspiraciones rubalcabianas—, ha telefoneado, decía, para quejarse. Ante la queja, y como en el antiguo chiste sobre Gibraltar, el ministro le ha preguntado: "¿Quieres, Esperanza, que te mande más policías?". Y ella, sin complejos: "No, Alfredo, lo que quiero es que me mandes menos indignados".

14/5/11

«Guía carrilbicista para la campaña electoral»

Este post lo he copiado, con el mismo título, del blog firmado por Txarli, El carril-bici es el opio del pueblo ciclista. Gracias al autor por su permiso para esta copia.

«Estimado candidato: como usted sin duda sabe, los temas de movilidá y sostenibilidá están adquiriendo una importancia creciente entre los votantes, y por tanto también deben tenerla para usted en su esfuerzo a ganar las inminentes elecciones, en cuya campaña nos encontramos. Los temas de movilidá y sostenibilidá constituyen un campo relativamente nuevo e inexplorado, están plagados de clichés e ideas preconcebidas entre los votantes y requiere un tratamiento cuidadoso en sus intervenciones públicas. Para orientarle en esta área y facilitarle esta tarea, el Partido ha preparado un conjunto de recomendaciones que esperamos le sean informativas y útiles.

Carril-decálogo electoral

1. Supere sus escrúpulos morales (si los tiene) y su sensación de ridículo.

Si usted está en el poder y no es completamente estúpido, usted no podrá evitar darse cuenta de que, con toda probabilidad, gran parte de los carriles-bici que ha construido usted durante su mandato, y que ahora en la campaña electoral está intentando rentabilizar políticamente, son sencillamente mierda impresentable y peligrosa para la que no existía ni necesidad ni demanda social. En ese caso, es posible que usted tenga reparos éticos, o simplemente sienta una muy comprensible vergüenza, ante la idea de beneficiarse políticamente de semejante basura; usted debe liberarse de esas reticencias tan perjudiciales para su rendimiento político, y para ello hay algunos puntos que usted puede recordar:
● Es físicamente imposible hacer bien los carriles-bici, así que usted no es responsable de que salgan mal: usted lo ha hecho lo mejor que ha podido; y, desde luego, nadie habría podido hacerlos mejor. En definitiva, usted no tiene la culpa de que el “carril-bici” sea un concepto absurdo y peligroso producto de una ideología delirante que ha convertido los problemas de sostenibilidad y movilidad urbana en una farsa. Al fin y al cabo, la política es un servicio público, y si los electores a los que usted sirve están locos, pues su deber es atender a su locura.
● Aunque usted sepa que los carriles-bici que ha hecho son mierda, el público a quien usted se dirige no lo sabe: por un lado, la mayor parte del público seguramente ni siquiera ha prestado atención al carril-bici, no tiene intención de utilizarlo, y simplemente quiere oir hablar de sus “logros”, incluso aunque no le importen; por otro lado, el público que sí lo ha visto cree que esa mierda que usted ha hecho es “lo normal”, lo que se hace en Uropa, una señal de progreso, algo de lo que se puede estar orgulloso. En consecuencia, cualquier idiotez que usted diga alabando los carriles-bici encontrará siempre un aplauso en alguna parte del público.
● Aunque no existiese necesidad o demanda social para los carriles-bici, la gente no lo sabe: la gente cree que “otros” quieren el carril-bici; así que basta que usted diga que la construcción de la carril-mierda obedece a una demanda social para que en la opinión pública de su clientela política esa demanda ficticia se convierta en real: sus propias declaraciones como político crean la demanda ¿qué más poder puede pedir usted?
Si usted está en la Oposición y no es completamente estúpido, usted no podrá evitar darse cuenta de que, aunque los carriles-bici que ha construido el Ayuntamiento reinante son mierda impresentable y peligrosa para la que no existía ni necesidad ni demanda social, en realidad el Ayuntamiento los ha construido para beneficiarse políticamente de una dinámica política y social delirante, y usted no habría actuado de forma distinta. En ese caso, es posible que usted tenga reparos éticos, o simplemente sienta una muy comprensible vergüenza, ante la idea de subirse al carro para beneficiarse políticamente de semejante delirio colectivo; usted debe liberarse de esas reticencias tan perjudiciales para su rendimiento político, y para ello hay algunos puntos que usted puede recordar:
● Es físicamente imposible hacer bien los carriles-bici, y usted difícilmente podría hacerlos peor que el Ayuntamiento reinante, así que todo se reduce a quien es el que los hace, aunque sea mal. En definitiva, usted no tiene la culpa de que el “carril-bici” sea un concepto absurdo y peligroso producto de una ideología delirante que ha convertido los problemas de sosteni-bilidad y movilidad urbana en una farsa. Al fin y al cabo, la política es un servicio público, y si los electores a los que usted sirve están locos, pues su deber es atender a su locura.
● Aunque usted sepa que los carriles-bici que podría hacer son mierda, el público a quien usted se dirige no lo sabe: por un lado, la mayor parte del público seguramente nunca va a utilizar la bici ni el carril-bici, y simplemente quiere ver que “se está haciendo algo”; por otro lado, el público que sí utilizará el carril-bici cree que esa mierda que usted va a hacer es “lo normal”, lo que se hace en Uropa, una señal de progreso, algo de lo que se puede estar orgulloso. En consecuencia, cualquier idiotez que usted diga alabando los carriles-bici encontrará siempre un aplauso en alguna parte del público.
● Aunque no existiese necesidad o demanda social para los carriles-bici, la gente no lo sabe: la gente cree que “otros” quieren el carril-bici; si usted se opone a esa percepción, usted será tachado de “retrógrado” y sus posibilidades de llegar a la alcaldía disminuirán en consecuen-cia.
En resumen, y como decíamos al principio, aparque usted sus escrúpulos morales y su sentido del ridículo: son incompatibles con cualquier política carrilbicista.


2. (Si está usted en el Poder:) Construya carriles-bici.

Vale, esto no es algo que uno pueda hacer de la noche a la mañana durante la campaña (ya es un poquito tarde para ello), pero es algo importante a recordar para todo momento: construya usted carriles-bici. Da igual que sean malos, da igual que sean objetivamente peligrosos, da igual que sean innecesarios, da igual que sean caros, da igual que no exista demanda real para ellos: construya carriles-bici porque, seamos francos: usted no puede aspirar a adquirir el marchamo de “político de progreso” sin construir un carril-bici. En estos tiempos de progresismo de chicha y nabo, un político que tiene un carril-bici tiene un tesoro, como vamos a ver en los puntos siguientes.

Si usted no puede (por falta de dinero, por imposibilidad manifiesta, porque sencillamente no cree en ello, o cualquier otro motivo) construir carriles-bici, haga planes grandilocuentes para construir carriles-bici. Cuanto más grandilocuentes e infactibles, mejor. Estos planes (normalmente llamados “Plan Director de la Bicicleta”) son, básicamente, carriles-bici de papel que tienen la ventaja de que son mucho más baratos que los carriles-bici reales, dan también al público la sensación de estar haciendo algo importante sin en realidad hacer nada sustancioso, y permiten aplazar las obras todo el tiempo que sean necesario. Un buen “Plan Director de la Bicicleta” tiene que ser un documento bien gordo, con muchas páginas y lleno de planos, fotos y diagramas con cortes de calles, para que se pueda presentar con tono serio en una rueda de prensa y parezca digno de un político de empaque. Un buen “Plan director de la Bicicleta” permite amortizar incluso el carril-bici más cutre, porque teniendo un “Plan Director de la Bicicleta” incluso 50 metros de carril-bici hechos en un rincón ya no son simplemente 50 metros de carril-bici: son “Parte de El Plan”. Además, en el peor de los casos, si usted pierde las elecciones, el haber preparado un “Plan Director de la Bicicleta” bien gordo le pone en una posición estupenda para exigir al nuevo Ayuntamiento que lo ejecute, o acusarle de ser “anti-bici” si no lo hace (ver punto 3).


3. (Si está usted en la Oposición:) Critique los carriles-bici que ha construido el Ayuntamiento existente y prometa que usted construirá más.

Su papel como Oposición es más sencillo que el del partido en el Poder, dado que usted no tiene que enfrentarse a la realidad kafkiana de intentar construir carriles-bici que no sean ni peligrosos ni dañinos socialmente ni inútiles ni simplemente ridículos. Sin embargo su tarea también tiene sus dificultades: su papel es criticar la política de carriles-bici del Ayuntamiento reinante sin dar en ningún caso la sensación de que los carriles-bici son innecesarios o contraproducentes. Por tanto, sus intervenciones como Oposición sobre los carriles-bici del Ayuntamiento deben limitarse a los siguientes mensajes:
●Los carriles-bici que hay o se están constru-yendo son pocos.
● Los carriles-bici construidos están mal hechos (sólo los construidos por su oponente: los construidos por su partido en alguna legislatura anterior deben considerarse correctos o, si tienen defectos, estos serán causados por la falta de mantenimiento del Ayuntamiento reinante).
● La política de construcción de carriles-bici es demasiado lenta.
● Nosotros (El Partido X-Oposición) haríamos más y los haríamos mejor y más rápidamente.
En esta labor, usted puede también organizar sesiones fotográficas o “paseos por el carril-bici” para demostrar la existencia de “puntos negros” en el trazado del carril-bici. Encontrar esos “puntos negros” es sencillo: usted puede escoger un punto al azar del carril-bici y la probabilidad es del 95% de que allí habrá un punto negro.

Evite por todos los medios ser fotografiado montando en bicicleta con naturalidad por la calzada entre el tráfico, si no es con el objetivo explícito de mostrar lo incómoda e intransitable que es una vía sin carril-bici (todavía) para exigir un nuevo carril-bici en ella. Estas fotografías de usted circulando por la calzada pueden transmitir el mensaje contraproducente de que es posible circular en bicicleta con naturalidad, y que por tanto los carriles-bici que usted promete construir son innecesarios.


4. (Si está usted en el poder:) Elogie los carriles-bici que ha construido, presuma de ellos y prometa más.

Por supuesto, gastar un dineral en carriles-bici no le va a a rentar nada políticamente a usted si en el momento apropiado (ahora sí: durante la campaña electoral) no los exhibe como logros de su gestión. Usted debe programar cuidadosamente las inauguraciones, las sesiones de fotos, las ruedas de prensa y las conferencias para conseguir el máximo efecto. Puede incluso programar “Congresos Mundiales sobre el carril-bici” estratégicamente próximos a la campaña electoral.

Si no puede organizar un Congreso, escenificaciones más sencillas, como realizar un “paseo en bici por el carril-bici” pueden también tener un gran poder mediático, con los periodistillas locales encantados de poder fotografiar al alcalde en un acto tan exótico como es montar en bicicleta. Usted debe tener gran cuidado de asegurase que el paseo en bici sólo lo realiza por tramos del carril-bici mínimamente presentables (que no sean ridículamente estrechos, peligrosos o directamente intransitables). Esto, por supuesto, debe preverlo durante la construcción del propio carril-bici: usted debe asegurarse de que el carril-bici que construya tiene al menos un tramo (a ser posible de 50 metros o más) donde puedan tomarse fotos que no induzcan a la hilaridad de los ciclistas críticos o de la Oposición.


5. (Si está usted en el poder:) Atribúyase el mérito de cualquier aumento en el uso de la bicicleta que se esté detectando en la ciudad.

Como usted sabe, el uso de la bicicleta está aumentando en su ciudad. Usted debe capitalizar políticamente esta tendencia transmitiendo a sus electores el mensaje de que si la bicicleta aumenta no es porque a los usuarios les apetezca usarla ni nada parecido: es gracias a los esfuerzos suyos (y del Partido, claro está).

Para ello, como primera medida es importante que usted construya carriles-bici. Así podrá establecer visualmente una correlación: “Hay mas bicis y hemos hecho carriles-bici. Ergo, las bicis son gracias a nuestros carriles-bici”. Da igual que en realidad el aumento de las bicis haya comenzado antes de sus carriles-bici, o que sus carriles-bici sean inutilizables, peligrosos, ridículos o insignificantes en relación al uso real de la bici: a nivel de propaganda política, cumplen su función perfectamente.

Una vez construido algún carril-bici para atribuirse el mérito, usted puede medir el uso de la bicicleta, exagerando convenientemente el crecimiento, o inventárselo directamente, como el Ayuntamiento de Sevilla. Por supuesto, usted no tendrá medidas de uso anteriores a la construcción de los carriles-bici (¿qué sentido tiene medir el uso de la bici si no hay carriles-bici?) así que usted podrá inventarse también esa cifra, minimizándola como corresponda para maximizar la diferencia entre “el antes” y “el después” de los magníficos carriles-bici que ha construido.

Por supuesto, el uso de la bicicleta está aumentando en todas las ciudades, pero eso no importa porque en principio sus electores no lo saben, y aunque lo sepan, todos los alcaldes de todas las otras ciudades están en el mismo juego de atribuirse el mérito de su crecimiento, así que todo encaja.


6. Condicione el uso de la bici a la construcción de carriles-bici. En ningún caso, y bajo ningún concepto, cuestione usted la necesidad de construir carriles-bici.

Usted debe evitar en todo momento dar a entender, implícita o explícitamente, que es posible usar la bicicleta sin carriles-bici (vea en el punto 4 la necesidad de no dejarse fotografiar en una bici en una calle normal). Cualquier uso posible de la bicicleta viene dado por las infraestructuras que usted está construyendo o promete construir.

6 [bis]. Truque lo datos. Diga generalidades. Evite entrar en detalles. Avergüence a los críticos de las “infraestructuras ciclistas”.

La técnica básica de trucado de datos ha sido ya mencionada en el punto 5, y consiste en exagerar el nivel de uso actual, ningunear el nivel de uso anterior a sus estupendos carriles-bici, y asociar la diferencia a su proverbial visión política a favor de las “infraestructuras ciclistas”.

Además de trucar los datos, usted dispone de un limitado pero eficaz repertorio de tópicos y frases manidas de probada eficacia para embaucar a su electorado: la “sostenibilidad”, la “seguridad”, “la salud”, el “derecho de todos a desplazarse”, etc. que aunque no significan nada o sean incluso manifiestamente falsos, suenan siempre bien a los ignorantes y resultan útiles para acallar cualquier crítica por certera que sea. ¿Quien puede atreverse a cuestionar la necesidad (o a criticar la calidad) de una infraestructura que se hace para “posibilitar que los niños de 8 años puedan ir cada dia al asilo y los viejos de 80 puedan ir al parvulario?

Recuerde: en estos tiempos, oponerse a algo que venga empaquetado con la etiquetas de “sostenible”, “ecológico”, “solidario” etc. es un suicidio político inmediato. Usted tiene que asociar su creación de carriles-bici con estas etiquetas, y las críticas contra ellos con las contrarias: “insostenible”, “contaminante”, “insolidario”, etc. Esta estrategia tiene distintas aplicaciones según el sector social que hace la crítica:
● Si la crítica viene de un grupo político más a la derecha que el suyo, usted lo tiene fácil: basta con acusarles de “reaccionarios”.
● Si la crítica viene de un grupo político más a la izquierda y “progresista” (al menos nominalmente) que el suyo, usted puede emplear la ironía, acusándoles de incoherencia y utilizando su oposición al carril-bici como demostración de que en realidad ni son progresistas ni defienden intereses de los “grupos más vulnerables” ni los valores del futuro (ya sabe: sostenibilidá, ecología, solidaridá, etc.).
● Si la crítica viene de un grupo social independiente (como una asociación de comerciantes, de vecinos o de peatones), usted puede mostrarse condescendiente diciendo que no entienden la iniciativa, o acusarles de defender sus intereses corporativos por encima de “el bien común”, o simplemente insinuar que se oponen al carril-bici por otros intereses (probablemente porque están al servicio del partido opositor).
● Si la crítica viene (por inverosímil que parezca) de un colectivo ciclista, usted puede utilizar los mismos eslóganes descalificadores que para un grupo social general (ver más arriba), y además acusarles de ser unos elitistas que, como no necesitan los carriles-bici, no se preocupan de las necesidades de los ciclistas “normales” y no están realmente interesados, como usted, en “que todo el mundo pueda ir en bici”.

7. Evite mencionar los accidentes en carril-bici. Culpe a los automovilistas. Diga que el carril-bici es para “uso lúdico”. Oculte su incompetencia detrás de “problemas de civismo”.

Los accidentes en el carril-bici, por definición, no existen. Si se produce un accidente en un carril-bici es, por definición, debido al incivismo del automovilista, que no respeta una infraestructura tan sostenible como la que usted ha proporcionado a la ciudad. Si la situación en el carril-bici se hace tan manifiestamente peligrosa que los eslóganes anteriores no sirven, siempre puede usted decir, como ha hecho recientemente el Ayuntamiento de Huesca, que “el carril-bici está diseñado para uso lúdico, no para desplazarse por él”.

Los conflictos con peatones en el carril-bici, por definición, no existen. Si se produce un conflicto con peatones es, por definición, debido al incivismo del peatón, que no respeta una infraestructura tan sostenible como la que usted ha proporcionado a la ciudad. En ese caso usted puede, como el Ayuntamiento de Sevilla, redactar una ordenanza local de peatones y ciclistas que enseñe a los peatones cual es su sitio, so pena de multa (digamos, 90 euros parece una cifra razonable) si invaden el carril-bici.


8. En ningún caso critique usted a los cicleatones ni exiga disciplina a los ciclistas.

Los cicleatones y los ciclistas son el futuro de la ciudad, tenga eso en cuenta: cosas como circular por la calzada, pararse en los semáforos en rojo y respetar los espacios peatonales son cosas del pasado, del modelo de ciudad centrada en el automóvil.

9. Si usted no cree en la construcción de carriles-bici, no diga nada sobre bicicletas.

El motivo es evidente: si no se construyen carriles-bici, no se puede hacer nada más para promover la bicicleta, así que en ese caso lo mejor será que barra discretamente el tema a algún rincón oscuro y silencioso de su programa electoral.

10. En ningún caso, y bajo ningún concepto, debe usted enfrentarse a los colectivos carrilbicistas de su localidad.

Recuerde que los colectivos carrilbicistas de su localidad tienen el monopolio de la sosteniblidad, de la ecología y de la modernidad yupiguai; su representatividad es absolu-tamente nula, pero tienen el fervor que siempre muestran los autoproclamados santos en todas las religiones: son gente peligrosa, no se enfrente a ellos. Si no puede sacárselos de encima, puede intentar distraerlos gastando algunos millones de euros en crear un anillo ciclista inútil pero inocuo en algún lugar de las afueras de la ciudad; si usted permite que se le suban a las barbas, puede acabar gastando cantidades absurdas de dinero en destripar la ciudad del modo horrendo que lo ha hecho el Ayuntamiento de Sevilla bajo la influencia de su grupo carrilbicista local».
Fin de la transcripción.

12/5/11

El candidato quejica (1 y 2)

1ª parte: editada el 09/05/11

Es muy quejica el candidato de la Presidente, el ínclito don David, quien, desde que fue designado por ella como candidato a la alcaldía, no ha hecho prácticamente otra cosa sino quejarse. Debe de haber intuido el truco de llamarse a agravio, hacerse la víctima, como forma de arañar votos.

Ahora se queja de que le arrancan sus carteles. ¡Los socialistas y demás agentes del Alcalde, claro! ¿Quiénes si no? Esto de la arrancadura o pintarrajeo de carteles electorales de cualquier partido —carteles, por cierto, muchas veces ilegalmente colocados en sitios como marquesinas de autobuses, muros, farolas, buzones de correos, etc.— es algo que se ha hecho —ya se sabe: "hay gente pa'tó", que dijo el otro— en todas las elecciones y con cualquier partido.

¿Cuál es entonces la novedad en esta campaña? Pues que un candidato monte el pollo porque le arrancan sus carteles y no sólo lo monta sino que insinúa o más que insinúa, si es que no lo dice con la mayor desfachatez ("sin complejos", como diría su jefa o el presidente de honor —¡!— de su partido , es decir, sin escrúpulos) o deja que lo digan sus mandatarios, que la culpa es de los adversarios, de agentes a sueldo del Alcalde debidamente organizados para ello. En fin, el ridículo —ya he dicho en más de una ocasión que este candidato nos iba a proporcionar muchos ratos de risa, risa que se le puede congelar a uno cuando piensa que puede llegar a alcalde— se une a la desfachatez.

2ª parte: editada el 12/05/11

Sigue el candidato de la Presidente con su rosario de quejas. Ahora la medalla que se quiere imponer a sí mismo es la de que el Psoe no ha condenado las pintadas amenazantes contra él, pintadas que —¡Cristo bendito!— él o sus monacos han puesto en relación con la kale borroca. Veamos:

1. Pintadas, que yo sepa, no. Una, que yo haya visto, la misma de la que él y sus monaguillos se han dedicado a presumir y a difundir a troche y moche.

2. Lo de que el Psoe no ha condenado las pintadas (y conste que me importa muy poco que sea cierto o no) no dejaría de ser una falacia porque tampoco, que yo sepa, lo ha hecho ningún otro partido, no obstante lo cual el candidato de etc. apunta al Psoe. Así es como parece entender la 'objetividad' el candidato de etc. y gran comunicador/propagandista.

3. Tampoco creo que tenga mayor importancia, salvo para el candidato de etc. y sus correveidiles, porque es una absoluta falsedad la idea que los tales quieren inducir, la de que esta situación es la de kale borroca, que le llaman.

A última hora, el candidato de etc. se ha añadido otra medalla de víctima. Ha anunciado (¿o 'denunciado'? porque parece que no sale palabra de su boca que no sea para denunciar: "David Pérez denuncia...", "El Pp denuncia...", suelen escribir sus tiralevitas blogueros) que le han destrozado su oficina de candidato, sin que por las fotografías que él mismo muestra se puedan apreciar más daños que unos carteles arrancados de la fachada y no sé si unos grafitis. Una falta de respeto a sus posibles votantes, entre los que, por supuesto, no me encuentro. No estoy seguro, por otra parte, de que los grafitis no fueran anteriores a la arrancadura de los carteles, que los estarían tapando. Es de una falta de escrúpulos... digo de complejos, impresionante.

El candidato quejica (2)

Sigue el candidato de la Presidente con su rosario de quejas. Ahora la medalla que se quiere imponer a sí mismo es la de que el Psoe no ha condenado las pintadas amenazantes contra él, pintadas que —¡Gensanta!— él o sus monacos han puesto en relación con la kale borroca. Veamos:

1. Pintadas, que yo sepa, no. Una, que yo haya visto, la misma de la que él y sus monaguillos se han dedicado a presumir y a difundir a troche y moche.

2. Lo de que el Psoe no ha condenado las pintadas (y conste que me importa muy poco que sea cierto o no) no dejaría de ser una falacia porque tampoco, que yo sepa, lo ha hecho ningún otro partido, no obstante lo cual el candidato de etc. apunta al Psoe. Así es como parece entender la 'objetividad' el candidato de etc. y gran comunicador/propagandista.

3. Tampoco creo que tenga mayor importancia, salvo para el candidato de etc. y sus correveidiles, porque es una absoluta falsedad la idea que los tales quieren inducir, la de que esta situación es la de kale borroca, que le llaman.

A última hora, el candidato de etc. se ha añadido otra medalla de víctima. Ha anunciado (¿o 'denunciado'? porque parece que no sale palabra de su boca que no sea para denunciar: "David Pérez denuncia...", "El Pp denuncia...", suelen escribir sus tiralevitas blogueros) que le han destrozado su oficina de candidato, sin que por las fotografías que él mismo muestra se puedan apreciar más daños que unos carteles arrancados de la fachada y no sé si unos grafitis. Una falta de respeto a sus posibles votantes, entre los que, por supuesto, no me encuentro. No estoy seguro, por otra parte, de que los grafitis no fueran anteriores a la arrancadura de los carteles, que los estarían tapando. Es de una falta de escrúpulos... digo de complejos, impresionante.

11/5/11

Superación

Hace unos días la Presidente madrileña puso muy alto el listón de la vileza verbal al afirmar que el gobierno había llevado a la Eta a las instituciones. Al oírlo pensé que dicho listón era insuperable. Pero me equivoqué. Esta tarde, al pasar por una estación de metro he visto este cartelón mural. Fondo rojo, con grandes letras blancas, el texto: «5 millones de parados», y debajo, la fotografía de Zapatero y Gómez, juntos, descojonándose de la risa. No figura la empresa anunciadora.

10/5/11

Es suficiente

Se quejan algunos de la falta de programa electoral del candidato de la Presidente —entiéndase don David Pérez—. Me parece una queja retórica; por dos razones. La primera porque, al menos así lo sospecho, los programas no se leen. Y la segunda, porque quienes lo reclaman no van a votar, sigo suponiendo, al Pp, ni aunque tuviera programa que, efectivamente no lo tiene, sino unas cuantas frases publicitarias fácilmente propagables a golpe de megáfono o de chafarrinón en papel couché: bolo alimenticio destinado al elector. (No hacerse ilusiones: lo del "bolo alimenticio" es propio de todos los partidos).

A mí, en todo caso, me importa un comino porque no he votado jamás a ese partido ni lo voy a "volver" —como decía el otro— a votar. Pero tengo una pista sobre lo que podría ser ese hijo-programa del Pp, a tenor de su padre-candidato. Me guío por aquello que cuenta don Antonio Machado el bueno en su Juan de Mairena. Cito de memoria. Es el caso que cuando un padre iba a reclamar a Mairena sobre el suspenso a un alumno increpándolo: "¡¿Le basta a usted con ver a un niño para suspenderlo?!", Mairena, golpeando enfadado el suelo con el bastón, contestaba: "¡No, me basta con ver a su padre!". Se podría establecer otra relación paterno-filial: sería la de la Presidente como padre y el candidato como hijo. ¿"Le basta a usted...?", etc.

9/5/11

El candidato quejica

Es muy quejica el candidato de la Presidente, el ínclito don David, quien, desde que fue designado por ella como candidato a la alcaldía, no ha hecho prácticamente otra cosa sino quejarse. Debe de haber intuido el truco de llamarse a agravio, hacerse la víctima, como forma de arañar votos.

Ahora se queja de que le arrancan sus carteles. ¡Los socialistas y demás agentes del Alcalde, claro! ¿Quiénes si no? Esto de la arrancadura o pintarrajeo de carteles electorales de cualquier partido —carteles, por cierto, muchas veces ilegalmente colocados en sitios como marquesinas de autobuses, muros, farolas, buzones de correos, etc.— es algo que se ha hecho —ya se sabe: "hay gente pa'tó", que dijo el otro— en todas las elecciones y con cualquier partido.

¿Cuál es entonces la novedad en esta campaña? Pues que un candidato monte el pollo porque le arrancan sus carteles y no sólo lo monta sino que insinúa o más que insinúa, si es que no lo dice con la mayor desfachatez ("sin complejos", como diría su jefa o el presidente de honor —¡!— de su partido , es decir, sin escrúpulos) o deja que lo digan sus mandatarios, que la culpa es de los adversarios, de agentes a sueldo del Alcalde debidamente organizados para ello. En fin, el ridículo —ya he dicho en más de una ocasión que este candidato nos iba a proporcionar muchos ratos de risa, risa que se le puede congelar a uno cuando piensa que puede llegar a alcalde— se une a la desfachatez.

4/5/11

«Trece tontos»

Es el título del artículo de hoy de Moncho Alpuente en El País. De la síntesis entre el axioma de Forrest Gump ("tonto es quien hace tonterías") y las declaraciones de la Presidente madrileña defendiendo sus listas electorales ("En mis listas hay gente que está imputada, pero por tonterías... ") saca el escritor la conclusión de que en las candidaturas del Pp hay trece tontos. No está mal traído.

2/5/11

Anecdotario ciclista

Esta mañana en el tramo entre la avenida de los Castillos y la calle Lirios me he encontrado con cinco ciclistas. Yo iba andando por la especie de acera —de un metro escaso de ancho y ocupada en parte por el morro de los coches aparcados— que ha quedado entre el carril-bici y los coches aparcados, cuando me han adelantado por la calzada una bicicleta, y después otra y luego dos juntas. ¡Por la calzada!, en paralelo por tanto al (flamante) carril, tan pintadito, tan mono, con muchas señales en postes y en el suelo. Si yo fuera conductor de auto preguntaría ¡¿por qué coño tienen que ir estos tíos por la calzada cuando tienen justo al lado el carril para ellos solos?! Que para mí mejor, ¡eh!, que conste, porque mientras van por la calzada no van por el carril/acera-bici o séase por la acera.

Al llegar a la calle Lirios y al girar a mi derecha para continuar por esta calle hacia la avenida del Petróleo venía una bicicleta, esta vez sí por el carril, a la que he tenido que ceder el paso, no obstante ser en ese tramo, en que carril y acera se solapan, el pavimento distinto, como de adoquines, diferencia que, si no me equivoco, indica prioridad para el peatón, aparte de que, creo recordar, en el suelo del carril hay pintada una señal de ceda el paso (al peatón, claro).