30/3/11

¡Ufff, qué alivio!

Andando hoy por la ciudad me he encontrado con la grata sorpresa de que de las marquesinas de los autobuses ha desaparecido la temprana propaganda electoral, es de suponer que por vencimiento, del tarzanesco candidato de la Presidente, de la que desde hace unas semanas no podía uno librar la vista, salvo andando a ojos cerrados por la calle, lo cual no era plan. ¡Gensanta, qué alivio hoy cuando he visto las paradas libres del careto del candidato de Aguirre! ¡Qué descanso para Alcorcón y hasta puede que para la región madrileña entera! Claro que, me temo, vendrán días peores a medida que se acerquen las elecciones. Pero, en fin, disfrutemos mientras tanto del alivio, aunque sea pasajero, de habernos librado de la propaganda del Gran Comunicator.

14/3/11

Incidente entre patinete y coche

Esta mañana he presenciado un incidente entre un patinete y un coche en un paso de cebra —sin semáforo—. El del patinete corría por un carril-bici y al llegar al paso de cebra ha seguido como si tal cosa, supongo que pensando que como era un paso de cebra cualquier coche tendría que parar.

Pues bien, un coche ha estado a punto de tragárselo porque el conductor no lo ha visto... ni podía verlo: lo que no puede hacer un conductor es prever que un gilipollas con un patín le pueda salir por izquierda o por derecha a toda pastilla. Y lo que no puede hacer nadie, ni en patín ni en bicicleta, es presentarse de repente en mitad del paso de cebra. Un peatón, a su paso —siempre que no vaya corriendo—, es visible, o tiene que serlo, para un conductor. (Sin perjuicio de que el peatón tenga que iniciar el cruce con la cautela de tener clara la intención del coche de parar). Y si no lo es, por ejemplo por un coche aparcado, el conductor debe ir precavido ante la proximidad del paso de cebra: lo que no tiene es por qué ir precavido ante la irrupción de un gilipollas a 10, 15, o vaya usted a saber cuántos, km/hora.

Digo todo esto porque en la ocasión que cuento ha sido un patinador descerebrado, pero, tal y como pintan las cosas, en un futuro pueden ser los ciclistas, debido a la modernez del Ayuntamiento (de los ayuntamientos, más bien, porque parecen todos muy modernos, sea el que sea el partido que los gobierne) de meter las bicicletas en las aceras: ellos lo llaman carril-bici.

1/3/11

Tarzán Goebbels

Cae en mis manos un video de un vuelo del candidato Tarzán. Parada la imagen se ve que bajo el brazo lleva lo que parece un libro o manual, sujetándolo a duras penas, ante la dificultad de cogerse al mismo tiempo a la liana. Ampliando el fotograma no se aprecia muy bien el título aunque sí algo mejor el nombre del autor: parece que es Goebbels, el ministro de propaganda.

Siendo el candidato comunicador, o séase propagandista, "un gran comunicador" dicen de él, pero... ¡bah, ya será menos!, porque enseguida se le ve la tramoya, siendo comunicador, digo, y vocero de su partido para más inri, no es nada raro que se eche sus vuelecitos, desde Entrevías a Alcorcón —es de suponer que cuando sus obligaciones de diputado se lo permiten—, con tal tipo de manuales, que le dicen a las claritas la respuesta que corresponde a cada dificultad, incluso sospecho que las respuestas estarán numeradas haciendo pareja con las preguntas: a tal pregunta corresponde tal respuesta; como, por ejemplo, cuando usted llama a la Gran Compañía: ¿quién no ha sospechado que las respuestas son de manual, respuestas comodín?

Otro recurso de manual del candidato, pero no sólo de él, sería injusto afirmarlo, sino de próceres de otros partidos, es no contestar o, para evitar la acusación de que no contestan, hacerlo con algo que nada tiene que ver con lo que se les pregunta.

También maneja el candidato lo que pudiéramos llamar la 'idea-martillo' o el 'discurso-martillo', cuya única verdad no consiste en otra cosa que en... ¡la repetición!

Que el autor del manual sea quien parece ser tampoco es nada raro, pues tengo entendido que fue uno de los mayores propagandistas que en la historia moderna ha habido, con lo cual el tarzanesco candidato habrá hecho bien en tomarlo por modelo. No obstante, si el susodicho, en un apuro, no encontrara la respuesta de libro no tendría más que volver —¡sin complejos!— los ojos a nuestra Presidente regional y jefe suyo, quien seguro que se la proporciona, siendo como es una auténtica maestra en propaganda.