Cuentan que nuestra Presidente madrileña corre últimamente desalada —como cuando se piró de Bombay en calcetines o algo así— por los pasillos de la originaria Casa de Correos, después siniestra Dirección General de Seguridad de los grises y hoy sede del gobierno de la comunidad de Madrid, gritando ante las protestas que le llegan de los indignados de la Puerta del Sol, reclamantes de democracia "real": "¡¡¡Que se vayan a Ferraz!!!" "¡¡¡Que se vayan a Ferraz!!!" "¡¡¡Que me los quiten de delante de mis ventanas!!!".
Cuentan también que la aguerrida y dicharachera dama incluso ha telefoneado a Rubacalba, quien, como ella sabe muy bien, es el autor de la nueva conspiración —¡¿qué digo de la nueva!?: de todas las que en el mundo ha habido y habrá: si lo sabrá ella, conspiranoica experta en conspiraciones rubalcabianas—, ha telefoneado, decía, para quejarse. Ante la queja, y como en el antiguo chiste sobre Gibraltar, el ministro le ha preguntado: "¿Quieres, Esperanza, que te mande más policías?". Y ella, sin complejos: "No, Alfredo, lo que quiero es que me mandes menos indignados".
Cuentan también que la aguerrida y dicharachera dama incluso ha telefoneado a Rubacalba, quien, como ella sabe muy bien, es el autor de la nueva conspiración —¡¿qué digo de la nueva!?: de todas las que en el mundo ha habido y habrá: si lo sabrá ella, conspiranoica experta en conspiraciones rubalcabianas—, ha telefoneado, decía, para quejarse. Ante la queja, y como en el antiguo chiste sobre Gibraltar, el ministro le ha preguntado: "¿Quieres, Esperanza, que te mande más policías?". Y ella, sin complejos: "No, Alfredo, lo que quiero es que me mandes menos indignados".
muy pero que muy bueno el relato
ResponderEliminarECOLO VERDES ALCORCON
FELICIDADES Sr. Cascallana:
ResponderEliminarhttp://vecinoporalcorcon.blogspot.com/2011/05/felicidades-sr-cascallana.html