23/5/19

¡Que viene Lenin!

Y yo tampoco soy tonta

(La mandada de Villacís)

21/5/19

"Yo no soy tonta"

20/5/19

CONTRAPROGRAMA ELECTORAL (Reedición de parte del post publicado el 15/05/07)

"DONDE NO HAY PUBLICIDAD RESPLANDECE LA VERDAD'' (de La Codorniz, desaparecida hace muchos años)

Lista (ABIERTA) de cosas que NO van a hacer los Ayuntamientos que salgan de las próximas elecciones, sean del color que sean.

1. NO van a impedir la pegada ilegal de pasquines y carteles en marquesinas de autobuses, farolas, árboles, fachadas, escaparates, vallas, monumentos, buzones de correos, papeleras, señales de tráfico y, en fin, en todos aquellos sitios en donde los mercachifles consideren conveniente anunciar su mercancía.
2. NO van a impedir las pintadas en marquesinas, farolas, fachadas, cierres de tiendas, buzones de contenedores (flamantes hasta 5 minutos después de instalarlos)... y, en fin, en todos aquellos sitios donde los bárbaros del espray consideren conveniente deponer sus señas de identidad.
3. NO van a evitar el aparcamiento (mejor dicho, el estacionamiento) en los pasos de cebra.
4. NO van a evitar el aparcamiento estacionamiento en las aceras.
5. NO van a evitar el cerramiento-acristalamiento de terrazas de viviendas según el capricho de cada propietario.
6. NO van a evitar la instalación de aparatos de aire acondicionado en las fachadas según el capricho de cada propietario.
7. NO van a erradicar el botellón.
8. NO van a obligar a que los perros de sus amos circulen por la vía pública sujetos de la correa.
9. NO van a obligar a los amos de sus perros a que limpien los excrementos y meadas en la vía pública.
10. NO van a impedir la traca de petardos que tanto alegran las fiestas navideñas.
11. NO van a limpiar las aceras con agua y cepillo: se limitarán a soplarlas y a esperar a que llueva.
12. NO van a obligar a los bares a que limpien la cochambre pegada a la acera desde hace siglos delante de sus fachadas.
13. NO van a hacer los cruces de peatones en las esquinas, como continuación de las aceras, sino de seis a diez metros de aquellas para no incordiar a la circulación de coches a costa de la del peatón.
14. NO van a impedir el uso estúpido, injustificado, insolente y desmandado del claxon.
15. NO van a impedir la circulación por las aceras de bicis ¡y motos!
16. NO van a obligar a las terrazas de los bares a respetar el horario.
17. NO van a obligar a las terrazas de los bares a que se atengan al número máximo de mesas que tienen concedidas para su instalación.
18. NO van a exigir a las empresas repartidoras de butano que anuncien la llegada del camión de reparto sin el estrépito acostumbrado: cualquier ciudadano que no sea sordo ha tenido ocasión de disfrutar del agradable sonido del zarandeo de las botellas.
19. NO van a cambiar las tapas de las bocas de las alcantarillas situadas en medio de la calzada de forma que no tengan holgura, así seguirán produciendo el traqueteo irritante al pisarlas los coches.

Las razones para este 'no-hacer' pueden ser de diferente índole: desde la pura impotencia de los Ayuntamientos, que revelaría el fracaso de estos como tales, hasta el populismo más oportunista, pasando por el desconocimiento de los problemas o por el conocimiento de ellos pero ignorándolos, en el sentido de 'no hacer caso' (to ignore), a costa de quienes los padecen. Razones diferentes que no impiden que se mezclen o se solapen.

13/5/19

«Díaz Ayuso en el Media Markt»

Es el título del magnífico y divertido artículo publicado hoy por David Torres en Público, que transcribo íntegro.

«A estas alturas de la campaña todavía no está muy claro si en las próximas elecciones municipales y autonómicas el PP aspira a consolidar la presidencia de la Comunidad de Madrid o si va a abrir una sucursal para tontos de pueblo. Básicamente, quien menos claro lo tiene es Díaz Ayuso, que se multiplica ante los micrófonos y las cámaras como si cualquier día se le fuesen a acabar las chorradas.

También hay serias dudas sobre si lo que suelta esta mujer cada vez que abre la boca son chorradas, monólogos cómicos, improvisaciones de última hora, cavilaciones sesudas, chistes malos, parte del programa electoral o una estrategia de campaña basada en el humor negro. Todo puede esperarse de una formación cuyos líderes lo mismo atropellan la moto de un agente de movilidad que encuentran un maletín forrado de billetes en el altillo. Se empieza por montar unas pequeñas tramas de saqueos millonarios a nivel estatal y se termina por robar cremas de manos en el Eroski.

Mientras los candidatos de Vox han decidido mostrar un perfil bajo ante los medios, sospechando que a lo mejor la gente se entera un día de lo que pretenden, Díaz Ayuso no tiene el menor problema en decir lo primero que se le ocurre a ella, a sus asesores e incluso a los candidatos de otros partidos, a los que a cada nueva ocurrencia se les va quedando más cara de señora Dumont paralizada ante la incontinencia verbal de Groucho. No teme mostrarse tal cual es ante los madrileños, metiendo la pata por ella, por todos sus compañeros, por buena parte de la oposición e incluso por los que piensan abstenerse.

Un día dice que está a favor de romper con la dictadura de las feministas radicales, un terrible sistema de gobierno que, de momento, sólo funciona en su cabeza. Otro día dice que tiene una propuesta para considerar a los concebidos no nacidos como miembros de una familia numerosa. Otro día critica la política medioambiental del Ayuntamiento porque ha hecho desaparecer los atascos en el centro de Madrid, una de las principales señas de identidad de la capital. Otro día corrige la burrada de Vox acerca de exiliar la fiesta del Orgullo Gay a la Casa de Campo, ya que podría molestar a las familias que van a merendar allí. Ayer mismo, en Las Rozas, advirtió a los vecinos del peligro de irse de vacaciones, porque los podemitas podían expropiar sus casas al estilo venezolano para dárselas a sus amigos okupas.

Aquel famoso lema del Mayo del 68 parisino (“la imaginación al poder”) se queda muy corto ante las fantasías cómicas de Díaz Ayuso, una mujer que añora los atascos de tráfico en La Gran Vía al tiempo que le pone unos pololos a un feto de tres meses. En sus últimos años, durante el derrumbe político, moral y policial de sus sucesivos gobiernos, Esperanza Aguirre esgrimió la hipótesis de que ella sólo era una pobre tonta del bote que no se enteraba de nada, especialmente de la banda de ladrones que trabajaba a su amparo. En cualquier momento Díaz Ayuso podría pasar del dicho al hecho. Que un ejemplar de estas características, en lugar de protagonizar una campaña de Media Markt, esté a tiro de alcanzar la presidencia de la Comunidad de Madrid no es fácil de explicar, pero quizá se trate de una maniobra interna del PP para hacer que, a su lado, Pablo Casado parezca Napoleón en Santa Elena y Mariano Rajoy —el hombre que no entiende su propia letra— Pericles en el Aerópago.»

11/5/19

Isabel III

Y el alcalde que tenemos por aquí va de mozo de espadas de esta lumbrera.

10/5/19

Díaz Ayuso (II)

De Bernardo Vergara en diario.es 10-05-19

7/5/19

Díaz Ayuso

Ahora, Díaz Ayuso, que —junto a David Pérez: tanta paz lleve etc.— se cierne sobre la Comunidad de Madrid, va a tener que exhibir la foto del retrato del Preparao despatarrado, como hizo con Iglesias en una sesión de la asamblea madrileña. ¿Veis como son de la misma cuerda, con carencia absoluta del sentido del ridículo: Pérez, ésta de ahora, Aznar, Casado, Aguirre…? ¡Qué tropa!

1/5/19

Lady Magenta hace un fino análisis postelectoral

Al día siguiente de las elecciones, Rosa Díez publicaba el siguiente mensaje:

«Con respeto, pero sin resignación: los golpistas, 22 escaños; los proetarras, 4; los bolivarianos, 42; y Sánchez, que blanqueó a todos ellos, 123. La foto es tenebrosa. Pero habrá otras elecciones y la España constitucional y democrática triunfará antes de que consigan destruirla.»
Me suman 191 y hasta 350 faltan 159, a los que no califica… pero ¿qué digo? que sí los califica, hombre, por omisión: que los 159 son los constitucionalistas y demócratas. Por ende los 191 no son constitucionalistas ni demócratas o, de otra manera, los 191 ¿son la antiEspaña?, que se decía antiguamente, y los 159, "españoles de bien", que diría diccionario Vox. A que vaser eso, Valdivieso. Tía Rosa ya estaba desatada cuando tenía el juguetito magenta —que entre ella, Savater, Trapiello y algunos más de la droite divine fabricaron—. Ahora habla poco, pero cada vez que lo hace es para insultar.
El día anterior, día de las elecciones, Andrés Herzog, exportavoz de UPyD había publicado este otro:

«Creo que todo el mundo es consciente de la importancia de estas elecciones y habrá una buena participación. Así que me conformo con que esta noche respetemos el resultado y no se insulte ni [des]califique a los votantes, ni a unos ni a otros. ¿Es mucho pedir?»

Pues parece ser que sí, que era mucho pedir, a la vista de cómo se las gastan algunas. ¿Se veía venir Herzog las declaraciones respetuosas de algunos? Por otra parte, Díez se debe de creer, o simula que cree, que anteponiendo las palabras "Con respeto", todo lo que venga después es admisible.