24/10/12

«Peatonalizar las aceras»

Es el título irónico del post publicado el pasado lunes 22 por Eneko Astigarraga, de Pamplona, en su blog Bicicletas, ciudades, viajes..., blog del que ya en otras ocasiones he reproducido en este mío algunas entradas, aunque siempre con permiso del autor. Copio, con otro tipo de letra, literalmente, íntegro, el post, incluidos los enlaces, aunque no incluyo las tres fotografías originales. La negrita de algunas frases es del autor.

«Paradójica realidad en la que nos encontramos sumidos en todo lo relativo al tema de la bicicleta en las ciudades. Fruto de haber dejado tanta rienda suelta a la improvisación de las autoridades y al interés e intervención de algunas empresas potentes y con gran poder mediático, que han conseguido convencernos de que la excepción puede pasar a ser la regla si se cuenta con el aparato de comunicación y mercantilización adecuado y la debida permisividad.

Llegará el día en que, de la misma manera que ahora somos capaces de llegar a cuestionar la vuelta a la bicicleta privada tan sólo después de unos pocos años de bicicleta pública, seremos capaces de cuestionar la peatonalización de las aceras, dada la conveniencia de que las bicicletas circulen por esas plataformas con total impunidad.

Resulta rocambolesca la propuesta, por contradictoria y casi ridícula, y, sin embargo, ya hay voces cualificadas que están avisando del peligro de prohibir la circulación de bicis por las aceras. El viejo argumento del miedo, el de la peligrosidad ineludible del tráfico, el del victimismo del colectivo ciclista amparado en su indefensión frente a los automóviles acorazados, están sirviendo para justificar la utilización de las aceras como refugio, por defecto y como norma general, en aquellas calles que no cuenten con vías exclusivas.

En esta tesitura, reclamar las aceras para los peatones se interpreta como un ataque directo e inequívoco a los intereses ciclistas. Porque los ciclistas se han hecho acreedores, uno no sabe bien cómo, de ese espacio. Quizá por pura repetición, por pura reincidencia, por la connivencia de la autoridad, por la dejadez de todos. El caso es que hoy en día hay una invasión masiva de las aceras y son los peatones los que andan pidiendo perdón por las molestias que puede causar su torpeza en la circulación fluida de las bicis por dichas plataformas.

Nadie (o casi nadie) en medio de semejante atropello ha osado denunciar abiertamente a los bicicleteros, a los cicleatones, simplemente porque están protegidos por las autoridades, declarados como especie privilegiada, incluso contra la ley y contra natura, y gozan del beneplácito del poder como herramienta para practicar el "bikewashing".

¿Alguien es capaz de imaginar qué hubiera pasado si, con la misma lógica, se hubiera decidido defender a los motociclistas y separarlos del tráfico provisionalmente por las aceras, mientras se fueran implementando sus viales exclusivos? La lógica de la peligrosidad, la aportación de las motos a la gestión del tráfico y del espacio público, su indefensión al carecer de carrocería... todo encajaría. Aunque sea para esos pobres de los ciclomotores...

Sí, sí, ya se que eso es sacar las cosas de quicio y lo otro es defender la movilidad sostenible de los ciclistas, pero ya veremos qué pasa con las bicicletas eléctricas en unos pocos años. De momento, en la Holanda de nuestras entretelas los ciclomotores circulan por el carril bici. Ya me gustaría ver a la chavalería valenciana ciclomotorizada, por mencionar alguna, compartiendo esas plataformas con los ciclistas locales. Suerte a todos.
»

Fin de la transcripción. Ruego a quien quiera hacer algún comentario al post copiado que se dirija al original: Peatonalización de las aceras.

23/10/12

Anecdotario ciclista (3)

Esta mañana ha estado a punto de atropellarme un ciclista. El susto, desde luego, me lo he llevado. ¡Maldito! El incidente ha ocurrido al acceder yo desde la calle Parque Cabañeros a la av. de la Libertad, en un cruce —infame— en el que uno se ve obligado a atravesar el carril-bici... mejor dicho, y hablando con propiedad, la acera-bici, uno de esos espacios que hace unos poquitos años el ayuntamiento de Alcorcón, siguiendo la moda, tuvo a bien recortar de las aceras para que los ciclistas hicieran ejercicio o jugaran con sus bicis. En ese cruce el ciclista, si no lo interpreto mal, está obligado a ceder el paso al señor peatón —quien, por cierto, debería ser el señor de las aceras, y el ayuntamiento debería cuidar de ello—, lo que no ha hecho y además me ha pillado distraído. Si esto ocurre en un cruce de acera con acera-bici no hace falta tener mucha imaginación para suponer lo que puede ocurrir en las aceras, por donde, hasta ahora impunemente, circulan las bicicletas.

18/10/12

Chinesca a la española

Detenida la "mafia china", que le llaman. Tropecientos chinos, un guardia civil, un concejal, un recaudador de hacienda... pero ¿están todos? No, faltarán algunos, seguro: un cura, un torero...

17/10/12

¡Cuidado al abrir!

Viene siendo tradición que los envases de cartón de esto o de lo otro —de leche, de zumo, de vino, de gazpacho...—, conocidos como tetra briks, se resistan, como si tuvieran voluntad propia, a la hora de abrirlos: porque cueste tirar de la anilla que destapa el contenido o, limpiamente, se rompa y se quede uno con el trozo en la mano y con un palmo de narices. A veces hay que recurrir a las tijeras, aunque sólo sea para cortar un pico del envase o al apuñalamiento directo de éste. Supongo que esto le habrá pasado a muchos: no creo que sea una mala suerte que me persiga ni una paranoia mía. ¿Tal vez una limitación mía?... ¡Huuummm! También ocurre que, una vez liberado el orificio por donde se supone que tiene que salir el líquido, y aun, en el mejor de los casos, liberado limpiamente y del todo, el contenido, al verterlo, salga a borbotones, yendo a parar parte de él, a salpicones, fuera del vaso o del cazo en el que se pretenda verter. Tampoco creo que esto sea una manía mía.
       Y no serán estos inconvenientes debidos a la falta de cambios y modos en la fabricación de los tetra brik: desde el envase que, antiguamente, había que abrir cortando una esquina hasta los que ahora vienen con tapón, y debajo la membrana con anilla, pasando por una etapa, en la que algunos fabricantes aún están, de anilla con membrana extraíble mediante tirón y cruce de dedos invocando a la suerte para que no se rompa.
       Pero he aquí que, ¡albricias!, hace unas semanas, por casualidad, descubrí el tetra brik de leche perfecto que supera todos los inconvenientes hasta ahora relatados. En efecto, yendo a buscar en la correspondiente estantería del súper los cartones de mi marca de leche no los encontré, no había —o había la marca que gasto pero que si con calcio extra, que si desnatada, que si deslechada, que si no sé qué variedad: en fin cualquiera de las numerosas y apabullantes virguerías de leches... excepto la normal— por lo que tuve que recurrir a la marca sustituta de otras ocasiones, cuyo nombre no diré para no hacer publicidad gratuita, a no ser que la marca Pascual me pague por ello. (¡Leche, ya se me ha escapado el nombre!).
       Ya advertí en la tienda que el envase había cambiado de forma, luego me dí cuenta de que era más fácil de manejar, pero esto sería lo de menos, había pasado de la forma habitual de base y tapa rectangulares, con lo que, evidentemente, las cuatro caras son iguales dos a dos, a base y tapa cuadradas, con una ligera inclinación de ésta, con lo que las cuatro caras son iguales entre sí. Pero ya digo que esta nueva forma en realidad es lo menos importante. Lo principal, lo esencial del nuevo envase, que descubrí en casa en el momento en que abrí el primer cartón, es la apertura, que consiste en un tapón a rosca con membrana con anilla por dentro, pero con la diferencia de lo hasta ahora conocido, al menos por mí, de que el orificio de salida del líquido es más ancho, debido a lo cual, supongo, se evitan los molestísimos borbotones. Enhorabuena a los fabricantes de la marca, cuyo nombre ya he advertido que no iba a decir. Estoy seguro de que, de ahora en adelante, no van a faltar imitadores del invento.

3/10/12

CONSUEGRA, mi pueblo...

Cerro Calderico. Molinos y castillo

Un lugar de la Mancha de cuyo nombre quiero acordarme. Y me acuerdo especial-mente hoy, 3 de octubre de 2012, en que se cumple la friolera de 50 años desde que mis padres —ahora ya enterrados allí— y yo emigramos a Madrid. Sólo este pequeño homenaje al pueblo, y saludos a mis paisanos que por azar lean esto.