Con cierto estupor leo en el periódico MERCADO-Alcorcón, nº 727, del 18/04/2007, en primera página y con titular a dos columnas: “Inseguridad, inmigración, tráfico y aparcamiento, los principales problemas”. El titular da noticia del resultado de una encuesta hecha por encargo del Ayuntamiento de Alcorcón.
Mi asombro no viene dado porque los encuestados consideren mayoritariamente la inmigración como uno de los cuatro primeros problemas (supongo que la encuesta está hecha como es habitual en este tipo de estudios: dar a elegir entre una serie de respuestas unívocas, a fin de poder cuantificar los resultados), sino porque el autor de la encuesta, y el Ayuntamiento como último responsable de la misma, incluya 'inmigración' en un elenco de "problemas"; es decir, considere la inmigración como un problema en sí misma, "problema" sobre cuya magnitud se pide al encuestado que se pronuncie. Dicho de otra manera: mi sorpresa no es por la respuesta de los encuestados, sino porque 'inmigración' se incluya como una de las posibles respuestas a elegir en una lista de problemas.
Mi asombro no viene dado porque los encuestados consideren mayoritariamente la inmigración como uno de los cuatro primeros problemas (supongo que la encuesta está hecha como es habitual en este tipo de estudios: dar a elegir entre una serie de respuestas unívocas, a fin de poder cuantificar los resultados), sino porque el autor de la encuesta, y el Ayuntamiento como último responsable de la misma, incluya 'inmigración' en un elenco de "problemas"; es decir, considere la inmigración como un problema en sí misma, "problema" sobre cuya magnitud se pide al encuestado que se pronuncie. Dicho de otra manera: mi sorpresa no es por la respuesta de los encuestados, sino porque 'inmigración' se incluya como una de las posibles respuestas a elegir en una lista de problemas.
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