27/4/07

Cátedra al Diablo

Las noticias diarias de los apresurados trabajos de probos fiscales y policías, a fin de impedir, con el engendro jurídico de la ley de partidos en la mano, que algún grupo filoterrorista se presente en las próximas elecciones municipales, con el riesgo de que los, eventualmente, electos intentaran la destrucción del sistema desde dentro, me ha hecho recordar un fragmento de una joya de la literatura española que transcribo literalmente:
"En una república cristiana —habla Rodríguez, en ejercicio de oratoria— democrática y liberal conviene otorgar al Demonio carta de naturaleza y de ciudadanía, obligarle a vivir dentro de la ley, prescribirle deberes a cambio de concederle sus derechos, sobre todo el específicamente demoníaco: el derecho a la emisión del pensamiento. Que como tal Demonio nos hable, que ponga cátedra, señores. No os asustéis. El Demonio, a última hora, no tiene razón; pero tiene razones. Hay que escucharlas todas." (Antonio Machado, Juan de Mairena, pág. 44, ed. Clásicos Castalia)."
Addenda [05/05/2007]. Candidatos contaminados, por Javier Ortiz

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