4/3/19

Los ladridos de Casado

Hace tiempo, años, que, cansado de oír la frasecita "Ladran, Sancho, luego cabalgamos", o variaciones parecidas, como perteneciente al Quijote, y como que no me cuadraba, decidí comprobarlo y, efectivamente, la frase de marras no aparece en ningún capítulo de la novela. Después de aquello, aunque la oyera o leyera, no me importó (bueno, un error de atribución como ocurre con tantas frases hechas, se podría pensar) hasta que ayer se la oí a Casado (es que no hay manera de librarse de la tele y mucho menos de dejar de oír a estos tipos), autosatisfecho, encantado de conocerse. Así es que, dudando de que yo hubiera hecho alguna vez esa comprobación, la acabo de hacer, sobre todo que si la cita (¿?) la hacía un ignorante como en este caso, había muchas probabilidades de que fuera falsa. Y, en efecto, no pertenece al Quijote, es apócrifa al menos en cuanto a su atribución. Creo recordar que, para más inri, el menda hizo la introducción con algo así: "Como dijo el viejo hidalgo..." en la que además de la inepta perífrasis ("el viejo hidalgo") no emplea el presente histórico "dice" en vez de "dijo".
         Pero es que además la frase en sí misma es falsa. ¿Cómo puede alguien (el ladrado) pretender tener razón (cabalgar) en lo que dice o hace sólo porque hay otros (perros) que lo critican (ladran)?
         Ya sé que la frase se oye con frecuencia, pero es que este tipo se me atragantó no tanto por ser del Pepé sino, sobre todo, desde que ví una foto en la que aparecía con un banderón de la rojigualda encima del capó de un coche. Sí, tengo prejuicios contra él como contra otros de la cuerda de Aznar: Aguirre, David Pérez, la aspirante a la comunidad de Madrid (una tal Ayuso, creo), etc. Lo siento, son prejuicios, seguro, pero es que esta gente me produce bascas.

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