7/2/13

La Hacienda defrauda

Al menos a mí. Veamos si no. En cada uno de los últimos seis ejercicios fiscales me han reclamado una cantidad en la declaración de la renta, siempre por el mismo motivo. En cada una de las seis reclamaciones he hecho las alegaciones correspondientes, terminando cada vez la administración por darme la razón.
       ¿Dónde está la defraudación —moral, moral, señor Ministro de la Cosa— por parte de la Hacienda? Pues es en que siendo cantidades que uno ha ido pagando a lo largo de un año las recupere al año siguiente... o más tarde incluso.
      A finales de octubre del 2012 me hicieron la consabida reclamación —en relación con la declaración del 2011: ¡cuatro meses después de haber terminado el plazo para la presentación!— y el mismo día hice las alegaciones —ya las tengo preparadas de un año para otro, sin más que cambiar los datos lógicos de fechas, cantidad, nº referencia...—. Hace unos días el expediente ha terminado como todos los años: dándome la razón, sólo que este año la Hacienda, en el colmo de la defraudación —moral, moral, señores recaudadores—, me ha devuelto mi dinero —ese que yo he ido adelantando— hace unos días, o séase trece meses después del final del ejercicio, siete después de terminar el plazo de declaración y más de tres después de las alegaciones. ¿Es o no una defraudación —moral, moral, señores de la Agencia Tributaria— del Estado a un ciudadano?

P. S. Desde que hice las alegaciones y hasta hace muy pocos días, cada vez que entraba en la página de la Agencia a consultar el estado de mi declaración me encontraba con el siguiente mensaje en un castellano infame: "Su declaración está siendo comprobada". Una tanda de palos —gramaticales, gramaticales, señor Ministro Recaudador, no se me encalabrine— para quien perpetró el mensaje.

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