14/11/13

Dos besugos en bici

Iba yo esta mañana —9:40— por la av. de Leganés, dirección este-oeste, por el tramo entre c. del Yunque y c. Hormigoneras, cuando he visto venir a una pareja de una y uno en bicicleta por la misma acera, por el tramo de c. del Mazo y Hormigoneras. "A ver qué hacen esos cuando lleguen a la rotonda", me he dicho. Pues bien, han cruzado la c. Hormigoneras por el paso de cebra, a lomos de la bici, y se han dispuesto a cruzar al otro lado de la av. de Leganés por el paso de cebra, y, sin bajarse de la bici, han intentado el cruce. Imposible que el coche que llegaba a su altura por su izquierda los viera, como sí, sin embargo, podría haber visto a un peatón que estuviera al borde del paso para iniciar la misma maniobra. Al no cederles el coche el paso (como deben de pensar —cual genuinos ciclistas de acera que serán— que tenía que haber hecho el conductor), han empezado a hacer aspavientos de protesta, y no se si alguna protesta verbal. El caso es que yo ya he rebasado el lugar del incidente sin que haya podido ver cómo terminaba el asunto, aunque sí me ha parecido que la ciclista y el ciclisto conseguían cruzar sin apearse del burro, digo de la bici, escurriéndose como besugos entre dos coches parados en el cruce por la incorporación a la rotonda.
          Pero vamos a ver, capullos: 1º Por la acera no se circula en bici. Pero, 2º, aunque se circule, que no se puede, que no se debe, que la acera es territorio exclusivo de peatones, lo que no se puede tampoco es irrumpir en un paso de cebra pretendiendo que los coches te van a ver como ven a un peatón esperando para cruzar. Y es que, estos capullos ciclistas de acera se sienten cargados de razón, porque no echan humo como los coches: ¡se creen peatones en bici! Cicleatones les llaman algunos.

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