18/2/13

"Pobres peatones"

[El comentario que sigue lo publiqué hace casi tres años en otro sitio. Pero es que seguimos igual... o peor].

Revista de prensa

Buscando, a otros propósitos, entre antiguos recortes de periódicos encuentro una carta al director de El País publicada el 04/10/1989 con el título de este comentario, de ahí las comillas. Esta sección de cartas de los lectores ha sido siempre, y sigue siendo, una de las más interesantes de los diarios, interés que, probablemente, proceda de que es de lo menos periodístico. La carta en cuestión la firmaba una lectora, a quien no conozco, llamada Emilia Carrerio, de Madrid. Decía así:

«Hasta no hace mucho, en las calles, la calzada era un espacio casi vedado a los peatones y patrimonio de todo tipo de vehículos, de forma que a quien utilizaba sus pies para desplazarse le quedaba como única garantía de salir indemne el circular por las aceras (cuando éstas no estaban ocupadas por vehículos). De un tiempo acá, éstas también son patrimonio de monopatines, patines, bicicletas y motos.
       Pero lo sorprendente no es que haya que compartir el reducido espacio peatonal con tales artefactos, sino la impunidad con que esto ocurre, ante los propios ojos de los agentes de circulación. Y sobre todo, el descaro e insolencia con que los conductores de estos vehículos suelen responder a quien osa quejarse por tal motivo. Comprendo que es muy importante ir en bicicleta sin riesgo de que te atropelle un coche; jugar con el agresivo monopatín y conducir las motos ganando espacio a los coches; pero a mí se me ocurre que los peatones, acogotados, relegados e indefensos, tenemos derecho a un espacio propio que, desde luego, ya no son las aceras. Debo añadir que tengo coche, pero que siempre priorizaré mi condición también de peatona»
.

Fin de la transcripción.

La carta, a pesar de los más de 20 años transcurridos, no ha perdido ni un ápice de interés. Incluso en donde dice "la impunidad con que esto ocurre" ha quedado anacrónico y trae hasta hoy un punto de nostalgia de aquella situación porque no es que ahora se haga sólo con "impunidad" sino que está alentado por los propios poderes municipales, que han decidido (Alcorcón es un buen ejemplo de ello), en lo que no deja de ser un reconocimiento de su derrota, hacer de la necesidad virtud y encima con la buena prensa y el buenrollismo de las bicicletas.

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