Hace casi dos meses (10 de julio), a la vuelta de unas vacaciones, me encontré uno de los contenedores de basura de enfrente de casa con la base levantando del suelo como un palmo. Yo vivo en un piso más bien alto, y entre la fachada del edificio y las islas ecológicas están la acera (ancha) y la calzada. Pues a pesar de esto hay muchos ratos, según venga el aire, como esta mañana, en que me llega la tufarada de la basura. No es que haga falta que un contenedor no ajuste bien al suelo, ni que esté a pleno sol, como en este caso, para que hieda. Se puede comprobar por muchas calles de Alcorcón (por cierto: propongo un monumento por suscripción pública para quien ideara la ubicación de las famosas islas ecológicas), pero peor aun será si está averiado.
Hace un mes (5 de agosto) dirigí un e-mail a la Esmasa, a través del buzón del ciudadano, en el que me quejaba de los olores, que podrían estar aumentados por la avería del contenedor.
El día 11 recibí respuesta de la Concejalía de Limpieza que me aseguraba que la Esmasa tenía “constancia de los contenedores averiados en las distintas [islas] ecológicas de la ciudad” (¿de todos y por tanto del que yo había dado aviso?, hummm...). Me informaban también, con el habitual estilo propagandístico de la Política de los políticos, de que habían aprobado un nuevo servicio específico (lo subrayo porque lo repetían tres o cuatro veces, porque, como luego se verá, esto era clave para ellos) de mantenimiento y limpieza de contenedores consistente en no se qué artilugios y técnicas.
Me faltó tiempo para contestarles que lo que venían a demostrar con su respuesta es que no había un servicio, suficiente al menos, de mantenimiento y limpieza de los contenedores, y esto, tras un año (más o menos según zonas) de funcionamiento de las isletas, no hablaba precisamente en favor de la eficacia del Ayuntamiento. Me responden, como con una cierta rabia porque les estuviera llevando la contraria, que: “Sí había un servicio de mantenimiento, pero no tan específico como el puesto en marcha”. Insisten, tratando de desviar la cuestión, en que lo que ahora van a poner es “específico”, como si el no serlo justificara el mal funcionamiento de lo que había hasta ahora (¿y sigue habiendo?).
No quería yo seguir con estas réplicas y contrarréplicas indefinidamente, pero tampoco quería que con el cuento de lo “específico” quisieran justificar lo que hasta ahora no ha funcionado. De modo que les contesté, advirtiéndoles que, por mi parte, ponía punto final al debate (?):
“Yo no he dicho que no hubiera un servicio de mantenimiento: lo que he dicho es que, de haberlo, era insuficiente. Por otra parte, me da igual que el servicio sea específico, general o fifty-fifty, porque esa no es la cuestión. La cuestión es que no es suficiente. La prueba de ello la proporcionan ustedes mismos en su respuesta del 11 de agosto en la que me comunican la adjudicación de nuevos servicios de mantenimiento y limpieza: es evidente que si los servicios hasta ahora hubieran sido, otra vez, suficientes no habría habido necesidad de otros. Pero aun sin esta prueba aportada por ustedes, yo sé lo que huelo y lo que veo. Y lo que huelo es basura (ahora mismo, a las 11:07 de la mañana), y lo que veo es el entorno de los contenedores llenos de mugre. Por otro lado, la suciedad y averías en los contenedores era perfectamente previsible desde el primer día, tan previsible como el amanecer, y sin embargo, el Ayuntamiento no supo preverlo o no quiso esperar y puso en marcha las isletas sin tener suficientes medios de mantenimiento. Además del problema de los olores estaría el de una más que posible insalubridad, que no se olería ni se vería, pero que a saber lo que está ocurriendo. Que pasen ustedes lo que queda de verano sin malos olores”.
Al día de la fecha (04/09/2008) los contenedores siguen igual.
P. D. No he visto hasta ahora limpiar ninguno de los contenedores de los portales de los alrededores, excepto justo los que hay frente al portal de al lado. ¿Será posible que después de todo el rifirrafe con los e-mails mandaran limpiar las isletas que hay enfrente de casa pero se equivocaran con el número de la calle? Tratándose del A. de A. es posible.
Hace un mes (5 de agosto) dirigí un e-mail a la Esmasa, a través del buzón del ciudadano, en el que me quejaba de los olores, que podrían estar aumentados por la avería del contenedor.
El día 11 recibí respuesta de la Concejalía de Limpieza que me aseguraba que la Esmasa tenía “constancia de los contenedores averiados en las distintas [islas] ecológicas de la ciudad” (¿de todos y por tanto del que yo había dado aviso?, hummm...). Me informaban también, con el habitual estilo propagandístico de la Política de los políticos, de que habían aprobado un nuevo servicio específico (lo subrayo porque lo repetían tres o cuatro veces, porque, como luego se verá, esto era clave para ellos) de mantenimiento y limpieza de contenedores consistente en no se qué artilugios y técnicas.
Me faltó tiempo para contestarles que lo que venían a demostrar con su respuesta es que no había un servicio, suficiente al menos, de mantenimiento y limpieza de los contenedores, y esto, tras un año (más o menos según zonas) de funcionamiento de las isletas, no hablaba precisamente en favor de la eficacia del Ayuntamiento. Me responden, como con una cierta rabia porque les estuviera llevando la contraria, que: “Sí había un servicio de mantenimiento, pero no tan específico como el puesto en marcha”. Insisten, tratando de desviar la cuestión, en que lo que ahora van a poner es “específico”, como si el no serlo justificara el mal funcionamiento de lo que había hasta ahora (¿y sigue habiendo?).
No quería yo seguir con estas réplicas y contrarréplicas indefinidamente, pero tampoco quería que con el cuento de lo “específico” quisieran justificar lo que hasta ahora no ha funcionado. De modo que les contesté, advirtiéndoles que, por mi parte, ponía punto final al debate (?):
“Yo no he dicho que no hubiera un servicio de mantenimiento: lo que he dicho es que, de haberlo, era insuficiente. Por otra parte, me da igual que el servicio sea específico, general o fifty-fifty, porque esa no es la cuestión. La cuestión es que no es suficiente. La prueba de ello la proporcionan ustedes mismos en su respuesta del 11 de agosto en la que me comunican la adjudicación de nuevos servicios de mantenimiento y limpieza: es evidente que si los servicios hasta ahora hubieran sido, otra vez, suficientes no habría habido necesidad de otros. Pero aun sin esta prueba aportada por ustedes, yo sé lo que huelo y lo que veo. Y lo que huelo es basura (ahora mismo, a las 11:07 de la mañana), y lo que veo es el entorno de los contenedores llenos de mugre. Por otro lado, la suciedad y averías en los contenedores era perfectamente previsible desde el primer día, tan previsible como el amanecer, y sin embargo, el Ayuntamiento no supo preverlo o no quiso esperar y puso en marcha las isletas sin tener suficientes medios de mantenimiento. Además del problema de los olores estaría el de una más que posible insalubridad, que no se olería ni se vería, pero que a saber lo que está ocurriendo. Que pasen ustedes lo que queda de verano sin malos olores”.
Al día de la fecha (04/09/2008) los contenedores siguen igual.
P. D. No he visto hasta ahora limpiar ninguno de los contenedores de los portales de los alrededores, excepto justo los que hay frente al portal de al lado. ¿Será posible que después de todo el rifirrafe con los e-mails mandaran limpiar las isletas que hay enfrente de casa pero se equivocaran con el número de la calle? Tratándose del A. de A. es posible.
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