18/4/16

No dejes que te verifiquen

Esta mañana llaman al telefonillo del portal de casa. Al contestar, me dice una moza que si soy fulano de tal (con nombre y apellidos completitos). Cuando le digo que sí, puesto yo ya en prevengan, como decían en la mili, me dice que viene de mi (su) compañía suministradora de no sé qué, si de gas o de luz no recuerdo, a "verificar" mi tarifa. Le digo que aquí no tiene nada que verificar, y cuelgo el telefonillo. Insiste la menda en la llamada y le digo que no moleste y cuelgo de nuevo, pero ella vuelve a pitar —de modo que parece que se le hubiera quedado el dedo pegado al botón— por tercera vez y yo a decirle que no moleste, esta vez a gritos. Ya no insistió. Si lo llega a hacer, ya estaba dispuesto a mandarla a la mierda.
         Acerté en mi actuación. Poco después hablé con un vecino y me dijo que él había abierto —la puerta de su vivienda— y de lo que se trataba era de que se cambiara de compañía suministradora, algo que yo ya me temía, que venían a venderme algo. Y es que el truco consiste en personalizar la visita diciendo tu nombre y apellidos, pero sobre todo en emplear una palabra abracadabra como 'verificar', que a la vez que oculta las verdaderas intenciones del acosador o acosadora sugiere que aquello es algo oficial y quizás obligatorio. Aviso a mis incontables lectores: no piquéis, es sano no hacerlo.

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