Son curiosos los criterios o parámetros que utiliza muchas veces el periodismo, principal rama, junto con la publicitaria y la opinadora, de la industria de la información, en particular el deportivo, esa especie de periodismo en su más pura esencia
como se ha hecho ahora al destacarse la derrota de un equipo de fútbol de campanillas y gran capital por el Alcorcón, modesto y de inferior categoría, al destacarse, decía, como "humillación".
Y uno, que no entiende de fútbol —pero es que no estoy hablando de fútbol—, y al que le importa un pito toda competición deportiva, se pregunta por qué es una humillación y no un mero resultado de la competición y una mera victoria: ¿se da por supuesto que el de superior categoría tiene que ganar siempre al de inferior? ¿entonces, según esa regla, para qué coños juegan? ¿o es que a la masa de forofos le encanta la historia de que el pez chico se coma al grande, y, los Medios, cumpliendo con su sagrado deber, faltaría más, se la proporcionan a la vez que, los mismos Medios, se nutren, obtienen pábulo, del gusto de la masa? ¿O será, quizás, que a ésta lo que le importa es la victoria más que el juego en sí?
"...hablar en necio al vulgo para darle gusto".
(producción de información en cantidades industriales, hasta la náusea, como ocurrió hace unas semanas con motivo de la charlotada olímpica, y, hace pocos días, con la caída del Muro),
como se ha hecho ahora al destacarse la derrota de un equipo de fútbol de campanillas y gran capital por el Alcorcón, modesto y de inferior categoría, al destacarse, decía, como "humillación".
Y uno, que no entiende de fútbol —pero es que no estoy hablando de fútbol—, y al que le importa un pito toda competición deportiva, se pregunta por qué es una humillación y no un mero resultado de la competición y una mera victoria: ¿se da por supuesto que el de superior categoría tiene que ganar siempre al de inferior? ¿entonces, según esa regla, para qué coños juegan? ¿o es que a la masa de forofos le encanta la historia de que el pez chico se coma al grande, y, los Medios, cumpliendo con su sagrado deber, faltaría más, se la proporcionan a la vez que, los mismos Medios, se nutren, obtienen pábulo, del gusto de la masa? ¿O será, quizás, que a ésta lo que le importa es la victoria más que el juego en sí?
"...hablar en necio al vulgo para darle gusto".
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