5/11/09

Explicación de una sigla provisional

El conchabamiento, cada vez más claro —u obscuro, según se mire—, la fusión, con-fusión, entre el capital y el poder político, o, si se prefiere, entre el poder económico y el poder estatal, no creo que necesite de muchos ejemplos que lo ilustren.
    Hoy mismo leo un titular que dice que la Banca ganará este año 6.000 millones de euros gracias a las ayudas del estado. Una cifra, por otra parte, absurda por enorme, e inabarcable para las entendederas comunes.
    Otro ejemplo —este en realidad es un clásico—: las ayudas a las fábricas de coches para que la venta no decaiga y se puedan mantener los puestos-de-trabajo y patatín y patatán.
    Y otro: las administraciones en todos sus niveles, desde el Estado al Ayuntamiento del pueblo más pequeño, pasando por los estatículos autonómicos, se meten a constructores de, por regla general, cosas que muevan cuanto más dinero mejor y, ¡¿cómo no?!, creen (¡verbo divino!) puestos-de-trabajo. No se si Dios andará entre pucheros, como decía santa Teresa, pero parece que anda entre obras.
    Hace poco hemos tenido el último ejemplo con motivo de la candidatura de Madrid a la Necedad Olímpica —que, por cierto, mueve mucho dinero—: ¡cómo prohombres del capital y de la política —y de los medios de información y del deporte— se relamían ante la perspectiva.
    En fin, este conglomerado entre lo que clásicamente ha sido capital por un lado y poder político por otro, me pareció que tenía que recibir un nombre, y no se me ocurrió otro —espantoso, lo reconozco, por eso es provisional— que el de CONCAYPO (Conglomerado de capital y poder), que usé en otro apunte. También podría significar Conchabamiento de capital y poder. Ustedes perdonen.

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