1. Compruebe antes que el carril-bici no está "protegido" por una barrera, porque de ser así usted no podrá cruzar por donde quiera, sino solamente por donde los planificadores carrilbicistas hayan decidido permitirle.
2. Antes de cruzar, mire a la izquierda por si viene un coche.
3. Mire a la derecha, por si viene un coche por el otro lado.
4. Vuelva a mirar a la izquierda, por si ha aparecido un coche mientras miraba a la derecha.
5. Comience a cruzar la calzada. Mientras está cruzando, no abandone la vigilancia hacia los coches.
6. Antes de salir de la calzada, mire a la izquierda por si viene una bici por el carril. No pierda de vista los coches que ahora pueden estar viniendo también por su derecha.
7. Mire a la derecha, por si viene una bici por el otro lado.
8. Vuelva a mirar a la izquierda, por si ha aparecido alguna bici mientras miraba a la derecha.
9. Si aún no le ha atropellado un coche, salga de la calzada y cruce el carril-bici.
10. Al llegar por fin a la parte de acera que aún le queda, bese con reverencia el suelo al estilo Ioannes Paulus PP. II recién bajado del avión.
11. Repita la operación cuantas veces sea necesario a lo largo del dia.
12. Sea paciente, y entienda que todo ello es por la "movilidad sostenible", y para que los ciclistas puedan salvar el planeta.
Gracias por su colaboración, amado peatón.
2. Antes de cruzar, mire a la izquierda por si viene un coche.
3. Mire a la derecha, por si viene un coche por el otro lado.
4. Vuelva a mirar a la izquierda, por si ha aparecido un coche mientras miraba a la derecha.
5. Comience a cruzar la calzada. Mientras está cruzando, no abandone la vigilancia hacia los coches.
6. Antes de salir de la calzada, mire a la izquierda por si viene una bici por el carril. No pierda de vista los coches que ahora pueden estar viniendo también por su derecha.
7. Mire a la derecha, por si viene una bici por el otro lado.
8. Vuelva a mirar a la izquierda, por si ha aparecido alguna bici mientras miraba a la derecha.
9. Si aún no le ha atropellado un coche, salga de la calzada y cruce el carril-bici.
10. Al llegar por fin a la parte de acera que aún le queda, bese con reverencia el suelo al estilo Ioannes Paulus PP. II recién bajado del avión.
11. Repita la operación cuantas veces sea necesario a lo largo del dia.
12. Sea paciente, y entienda que todo ello es por la "movilidad sostenible", y para que los ciclistas puedan salvar el planeta.
Gracias por su colaboración, amado peatón.
(Vampirizado del blog de Txarli, 'El carril-bici es el opio del pueblo ciclista', del 03/05/2006).
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