No soy un entusiasta ni mucho menos de las campañas de firmas contra o a favor de algo, de esas de los abajofirmantes, pero en esta ocasión he decidido hacer una excepción y he firmado en una en contra de la circulación de bicicletas por las aceras.
El nubarrón que amenaza con venírsenos encima a los peatones con la circulación por las aceras, no ya sólo por los carriles o aceras bici, que nuestro Ayuntamiento para no ser menos y entrar en el rollito, ha tenido a bien construir, sino por la amenaza de la Dirección de Tráfico de permitir la circulación por las aceras de un determinado ancho.
En la práctica, todo esto da un poco igual porque los ciclistas circulan por donde les pete, haya o no carril y cualquiera que sea el ancho de la acera. Pero, por si sirviera de algo, y aun sin estar de acuerdo punto por punto con el texto de la firma, lo he firmado, y animo a quienes quieren que las aceras sean de uso exclusivo de peatones; a quienes quieren que la acera sea territorio sagrado para los viandantes, sin trampas y sin ahora te corto un trozo de acera y mañana te solapo y te cruzo un carril bici, les animo a que lo firmen. Gracias. Copio el texto:
«Considerando que en los últimos años se han construido para los ciclistas cientos de kilómetros de carriles bici, muy a menudo en detrimento de zonas por las que podíamos caminar tranquilamente;
Teniendo en cuenta que, según declaraciones del Director General de Tráfico, los accidentes mortales que sufren los ciclistas son solo del orden de una docena al año en el contexto urbano, de modo que su victimismo no parece en absoluto justificado;
Teniendo en cuenta que, por el contrario, según se desprende de estudios realizados sobre el tema en el Reino Unido, si se considera el riesgo de muerte o traumatismo grave en caso de colisión, las bicicletas son como mínimo la mitad de peligrosas que los coches para los peatones;
Observando que las autoridades no quieren reconocer ese peligro porque las bicicletas se han convertido en un símbolo intocable de conciencia ecológica y buen rollito;
Conociendo la mayoría de nosotros a parientes o amigos que han sufrido traumatismos graves por chocar con ciclistas, y sospechando a partir de ahí que se nos está ocultando la magnitud del problema;
Resaltando la incomodidad que supone la obligación de acostumbrarse a ir por la acera mirando continuamente para atrás y dejando cierto espacio de seguridad al doblar las esquinas sin visibilidad por si apareciera una bicicleta a toda velocidad;
Estimando que los tres metros mínimos de acera que se quiere imponer como límite a los ciclistas para usar las aceras son una miseria, toda vez que, si restamos el metro de seguridad previsto para ellos junto a la fachada (que, por cierto, los peatones también respetamos instintivamente para no chocar con las personas que salen de los portales y con los vehículos que abandonan los garajes sin detenerse siquiera), y si descontamos también el espacio que ocupan en el otro extremo árboles, motos, publicidad y otros obstáculos, el resultado es un carril virtual de apenas un metro por el que los peatones deberemos caminar soportando timbres de ciclistas impacientes;
Habiendo constatado por otra parte que el problema no radica en los metros de acera, pues numerosos ciclistas tienen la mala costumbre de pasar rozándonos como una exhalación aunque la acera tenga diez metros y esté despejada,
Los PEATONES abajo firmantes exigimos:
1) Que se renuncie a permitir que los ciclistas transiten por las aceras de más de tres metros.
2) Que se haga cumplir la ley y se impongan multas elevadas a los ciclistas que usen las aceras.
3) Que, si la idea de permitirles usar las aceras de más de tres metros prospera, el Director General de Tráfico rinda cuentas y asuma públicamente su responsabilidad por las víctimas adicionales que habremos de lamentar».
El nubarrón que amenaza con venírsenos encima a los peatones con la circulación por las aceras, no ya sólo por los carriles o aceras bici, que nuestro Ayuntamiento para no ser menos y entrar en el rollito, ha tenido a bien construir, sino por la amenaza de la Dirección de Tráfico de permitir la circulación por las aceras de un determinado ancho.
En la práctica, todo esto da un poco igual porque los ciclistas circulan por donde les pete, haya o no carril y cualquiera que sea el ancho de la acera. Pero, por si sirviera de algo, y aun sin estar de acuerdo punto por punto con el texto de la firma, lo he firmado, y animo a quienes quieren que las aceras sean de uso exclusivo de peatones; a quienes quieren que la acera sea territorio sagrado para los viandantes, sin trampas y sin ahora te corto un trozo de acera y mañana te solapo y te cruzo un carril bici, les animo a que lo firmen. Gracias. Copio el texto:
«Considerando que en los últimos años se han construido para los ciclistas cientos de kilómetros de carriles bici, muy a menudo en detrimento de zonas por las que podíamos caminar tranquilamente;
Teniendo en cuenta que, según declaraciones del Director General de Tráfico, los accidentes mortales que sufren los ciclistas son solo del orden de una docena al año en el contexto urbano, de modo que su victimismo no parece en absoluto justificado;
Teniendo en cuenta que, por el contrario, según se desprende de estudios realizados sobre el tema en el Reino Unido, si se considera el riesgo de muerte o traumatismo grave en caso de colisión, las bicicletas son como mínimo la mitad de peligrosas que los coches para los peatones;
Observando que las autoridades no quieren reconocer ese peligro porque las bicicletas se han convertido en un símbolo intocable de conciencia ecológica y buen rollito;
Conociendo la mayoría de nosotros a parientes o amigos que han sufrido traumatismos graves por chocar con ciclistas, y sospechando a partir de ahí que se nos está ocultando la magnitud del problema;
Resaltando la incomodidad que supone la obligación de acostumbrarse a ir por la acera mirando continuamente para atrás y dejando cierto espacio de seguridad al doblar las esquinas sin visibilidad por si apareciera una bicicleta a toda velocidad;
Estimando que los tres metros mínimos de acera que se quiere imponer como límite a los ciclistas para usar las aceras son una miseria, toda vez que, si restamos el metro de seguridad previsto para ellos junto a la fachada (que, por cierto, los peatones también respetamos instintivamente para no chocar con las personas que salen de los portales y con los vehículos que abandonan los garajes sin detenerse siquiera), y si descontamos también el espacio que ocupan en el otro extremo árboles, motos, publicidad y otros obstáculos, el resultado es un carril virtual de apenas un metro por el que los peatones deberemos caminar soportando timbres de ciclistas impacientes;
Habiendo constatado por otra parte que el problema no radica en los metros de acera, pues numerosos ciclistas tienen la mala costumbre de pasar rozándonos como una exhalación aunque la acera tenga diez metros y esté despejada,
Los PEATONES abajo firmantes exigimos:
1) Que se renuncie a permitir que los ciclistas transiten por las aceras de más de tres metros.
2) Que se haga cumplir la ley y se impongan multas elevadas a los ciclistas que usen las aceras.
3) Que, si la idea de permitirles usar las aceras de más de tres metros prospera, el Director General de Tráfico rinda cuentas y asuma públicamente su responsabilidad por las víctimas adicionales que habremos de lamentar».
discutible, efectivamente
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